Cervezas Trapenses o de Abadía ¿Cuál es la diferencia?

Bélgica, país de grandes cervezas, ha conservado la antigua tradición de las cervezas elaboradas por monjes. Desde los tiempos de la Edad Media dos órdenes monásticas conocen una intensa actividad cervecera: los benedictinos y los cistercienses. Con posterioridad a la Revolución Francesa únicamente los trapenses, monjes de estricta observancia de las reglas del Císter, han seguido practicando esta actividad en Bélgica y Holanda.

Dado que la excelente reputación de sus cervezas dio nacimiento a una abundante gama de imitaciones, los monjes se vieron obligados a protegerse. Un fallo librado en Gante el 28 de Febrero de 1962 fija las reglas de la denominación trapense.

La palabra trapense se utiliza únicamente para designar una cerveza elaborada y vendida por religiosos pertenecientes a la orden homónima o por personas que a tal efecto hayan obtenido la autorización de dicha orden. El término trapense no se trata de una denominación genérica, pues las cervezas trapenses producidas por las órdenes de trapenses son de diversas variedades.

Se denomina por tanto trapense la cerveza fabricada por monjes cistercienses y no la cerveza de estilo trapense, que será mejor denominada cerveza de abadía.

Las cervezas trapenses

Las trapenses son cervezas de fermentación alta, elaboradas con agua obtenida en el lugar de elaboración y no tratada. Los monjes utilizan un 95 por ciento de malta ambarina con fuerte contenido de ázoe, de la cual depende el bouquet de la cerveza, y un 5 por ciento de malta acaramelada o torrefacta que da consistencia al gusto y refuerza el color. La bebida se lupuliza fuertemente con variedades de primera clase, y el hecho de que el mosto se caliente en calderas de fuego directo le otorga un aroma de lo más particular. La fermentación dura de cinto a siete días y el gas carbónico no se recupera, lo cual constituye una característica principal de la fabricación.

En el momento de pasar a las botellas, la cerveza contiene aún cierto porcentaje de azúcar. El fabricante inyecta en cada botella una dosis de levadura fresca: de este modo la bebida continuará su fermentación, adquirirá un bouquet definitivo y se saturará naturalmente de gas carbónico. No será comercializada sino tras un importante tiempo de reposo en cámara climatizada.

Las trapenses, pues, son cervezas oscuras, bastante fuertes, obligatoriamente expendidas en botella y muy nutritivas. Pueden llevar cierto poso a causa del residuo de levaduras, lo cual hace necesario conservar las botellas den pie de una a dos semanas y servir la bebida con mucha suavidad. Para aquellos que sean verdaderos amantes de la cerveza, también se recomienda beberse ese poso mezclado con un poco de cerveza al final.

Ejemplos perfectos y claros de este tipo de cervezas serían las Chimay, Orval, Westmalle y Rochefort. De estas últimas cabes destacar la Rochefort 10, un auténtico ejemplo y obra maestra de este estilo.

Como muchos ya sabréis, la opción más sencilla para probar este tipo de cerveza es comprar alguna de las tres variedades de Chimay que hay en el mercado, siendo especialmente destacable la Chimay azul.

Sin embargo, para todos aquellos que queráis probar una trapense verdaderamente especial, en Birrabox os ofrecemos la magnífica La Trappe Witte Trappist, un ejemplo de cerveza trapense holandesa que no os decepcionará.

Las cervezas de abadía

La designación “cervezas de abadía” siempre ha sido sinónimo de calidad, por lo que numerosas fábricas se han servido de ella. Lo cierto es que ninguna de estas cervezas es elaborada actualmente por monjes. Con mucha frecuencia el término abadía, que muchas veces quiere indicar que ha sido elaborada a la manera de los monjes, sólo se sustenta en el hecho de que uno de tales recintos se encuentra en las proximidades, o de que la etiqueta lleva un monje dibujado.

Dejando de lado este hecho, muchas de éstas cervezas son excelentes. A menudo refermentadas en las botellas, poseen una fuerte densidad y exhiben grandes diferencias.

Buenos ejemplos de este tipo de cerveza serian la Grimbergen, la Leffe, la Maredsous y la Aflligem, entre otras muchas y muy buenas. Desde Birrabox os ofrecemos una gran variedad de este estilo de cervezas para que os animéis a probarlas.

En nuestra página web encontrareis la gran Affligem Blond, un buen ejemplo de este estilo. También encontraréis la Z abadía, la Dominus Double y la Kapittel Pater, todas ellas tremendas cervezas dignas de ser probadas por cualquier amante del estilo abadía.

Ya seáis amantes de las rubias, las tostadas o las negras, en la familia de las cervezas trapenses y de abadía encontrareis vuestra compañera ideal para todas las ocasiones

¡No dejéis de probarlas todas!